Todo comenzó con un: Que Karina se vaya con Mario!... y ahí me tienen trepandome por primera vez al famoso jeep de Mario, la misión era trasladarnos de Colinas de San Jeronimo a Cumbres, por cierto, alguien me puede decir a quien se le ocurrió poner tantos bordos en Colinas de San Jeronimo?, digo eso no tiene importancia cuando vas en un carro normal, pero en un jeep se convierte en algo trasendental, sobre todo si el conductor parece ignorar para que sirven los frenos, cada bordo era algo así como saltar una ola gigante encima de la banana de Acapulco jajaja, pero bueno, a pesar de eso logré relajarme y disfrutar del aire fresco de la noche, todo estaba bien hasta que hicimos alto en el semáforo de Gonzalitos y Leones... mientras Mario me recomendaba algunas escuelas de natación, llegó un borracho distraido en un Stratus y se ensartó contra la defensa trasera del jeep, vaya susto el que llevamos!... afortunadamente fue sólo el susto y pudimos continuar nuestro camino hacia Cumbres, al tomar Leones vimos a lo lejos una antialcoholica instalada a todo lo ancho de la avenida y yo inocentemente le pregunté a Mario: No has tomado nada verdad? Pero su respuesta no fue lo que quería escuchar: 3 o 4 wiskies nada mas, Y pensé: Ya valió! Sin embargo, al llegar al reten Mario logro engañar al oficial diciendole que no había tomado absolutamente nada y nos dejaron pasar, cuando pensé que el peligro había pasado, nos perdimos y tuvimos que regresarnos y volver a pasar por la antialcoholica, nuevamente salimos bien librados... y como si se tratara de retar a la suerte, o algo así, tuvimos que regresarnos otra vez y pasar por la misma antialcoholica por tercera vez en la misma noche!!.... Afortunadamente la suerte estuvo de nuestro lado y finalmente logramos llegar al bar donde ya nos esperaban los demas. No sé si sería por tanto susto, pero Mario decidió no tomar nada más en toda la noche, jajaja.
Aquí estamos cuando llegamos al bar: Yo, Mario, Pepe y Esmeralda (que ya estaban ahí).
